...cabe en el fondo de mi armario,cuando me visto de venas y vuelos y la vida se hace hambre


viernes, 28 de mayo de 2010

Mentira

Es cierto, no puedo dejar de engañar, como vicio o como escudo, premeditadamente y sin ningún rubor. Miento a conciencia y sin juicio previo. He aprendido a sonreir de mentira, se oir sin escuchar e incluso alguna vez, cuando el ibex mentidero baja unos puntos, soy capaz de robar mentiras en países vecinos, así es el mercado, les digo. Ultimamente estoy tomando clases de falsas miradas, mirada interesante, mirada seductora, mirada sorprendente...eso si, y ya nos viene avisando el maestro, no debemos esperarnos ningún brillo. Estamos aprendiendo a mirar sin mirar, nos repite, y es requerimiento esencial para la mentira dibujar unas pupilas en los párpados. A decir verdad (¿o no?) me está resultando un curso fastidioso, no se orientarme con esas pupilas de rotulador, cierto es que el verde me sienta muy bien, combina con todo, pero no me veo a traves de mis párpados coloreados, y eso debe significar, según la lección dos, que me estoy autoengañando. ¡Qué difícil! Creo que voy a suspender. Todavía se me escapan algunos reflejos entre las pestañas, sobre todo cuando pasan a mi lado provocando huracanes, intento mirar el suelo, o engañarme sin verme, pero cuando me alcanza su violencia abro los ojos, y aún no se si es su belleza o el pánico de ser engullido lo que me devuelve a la verdad.
Una cosa tengo clara, ésta me la saco en Julio.






Laconcienciadebaco




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